El PSOE de Navarra asume el discurso de Bildu: equipara a víctimas de ETA y proetarras en su programa
El PSOE guarda silencio sobre la inclusión de 44 etarras condenados en las listas de Bildu para el 28M
Uno de los candidatos etarras de Bildu intentó matar a un edil del PSOE pero Sánchez calla ante sus socios
El Partido Socialista de Navarra, que ha evitado pronunciarse sobre la inclusión de 44 condenados por terrorismo en las listas de Bildu, socios prioritarios de Pedro Sánchez, asimila el discurso proetarra en su programa para las elecciones del 28M al «reivindicar» el «legado de las víctimas del terrorismo y de todas las violencias de origen político».
Estas últimas se enmarcan en la llamada ley de «reconocimiento y reparación de las víctimas por actos de motivación política provocados por grupos de extrema derecha o funcionarios públicos», aprobada en 2015 por el Parlamento navarro e impulsada después con la socialista María Chivite en el Gobierno foral. La norma, a la que se pueden acoger los proetarras que aleguen ser víctimas de «violencia de motivación política» por parte del Estado equipara los derechos e indemnizaciones de las supuestas víctimas de «violencia policial y del Estado» con las del terrorismo.
La referencia se recoge en el programa con el que el PSOE concurre a las próximas elecciones autonómicas en Navarra, en las que Chivite opta a la reelección. Cabe recordar que la presidenta socialista fue investida en 2019 gracias a la abstención de Bildu y se ha apoyado en la formación proetarra a lo largo de toda la legislatura.
«Memoria compartida»
Aunque incluye abundantes referencias a las víctimas de ETA, el programa adopta también una posición equidistante, apostando por construir una «memoria compartida» con Bildu sobre la violencia etarra. Un término, utilizado frecuentemente por la formación de Arnaldo Otegi para blanquear el dramático pasado de terror provocado por la banda.
Así, los socialistas promoverán una «educación en valores, de promoción de los derechos humanos y de participación de la sociedad navarra en la construcción de una memoria compartida y un relato contrastable con el pasado», para lo que se pide «avanzar en un relato no excluyente de las consecuencias de la violencia terrorista».
Se trata de un párrafo que, en 2019, ya se recogía en el acuerdo programático suscrito entre el PSOE, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezquerra para la investidura de la socialista María Chivite como presidenta de Navarra, aceptado por Bildu.
El programa de los socialistas navarros reivindica «una sociedad en paz, con libertad y en niveles máximos de convivencia» para lo que, aseguran, es necesario anteponer «los derechos humanos universales sobre cualquier tipo de consideración».
En este contexto, añaden que «ETA no sólo puede ser un doloroso y pavoroso recuerdo» y que «esta superación de la etapa más dolorosa de nuestra historia más reciente no puede derivar en desmemoria». Para ello, creen «imprescindible un suelo ético común y compartido que sirva de base para la total deslegitimación de la violencia de origen político y el trabajo en materia de memoria y víctimas».
En su programa, el PSOE reivindica «el legado de las víctimas del terrorismo y de todas las violencias de origen político» como «expresión de dignidad y lucha por la paz y la libertad».
Los socialistas navarros destacan que «ETA fue derrotada y se ha disuelto gracias a la determinación social y a los instrumentos del Estado democrático de Derecho» y consideran «imprescindible que ETA y quienes constituyeron su entorno de apoyo, aliento o comprensión hagan de cara al conjunto de la sociedad -y especialmente de las víctimas del terrorismo- un acto de profunda reflexión ética que deslegitimen y condenen las prácticas que llevaron al terror vulnerando muy gravemente los derechos humanos».
Ello no ha sido impedimento, sin embargo, para que el PSOE convierta a Bildu en su aliado preferente, tanto a nivel nacional como en el caso de Navarra.
Socios
La formación que lidera Arnaldo Otegi ha incluido en sus listas para las elecciones autonómicas y municipales del 28M a 44 etarras condenados. Entre ellos, siete tienen delitos de sangre en su historial y son responsables de la muerte de siete personas.
Se trata, según la información aportada por Covite, de Agustín Muiños Dias Tinin, número 6 en la lista a la alcaldía de Legutiano, en Álava, condenado en 1985 a 29 años de prisión por el asesinato en 1983 de José Antonio Julián Bayano; Begoña Uzkudun Etxenagusia, número 3 en la lista para la alcaldía de Régil y condenada en 1989 a 18 años de prisión por el asesinato de José Larrañaga Arenas en 1984; Juan Ramón Rojo González, número 21 en la lista a la alcaldía de Irún y condenado en 1996 a 30 años de prisión por el asesinato de Francisco Gil Mendoza en 1991; Asier Uribarri Benito, número 4 en la lista para la alcaldía de Maruri-Jatabe y condenado en 2001 a 16 años de prisión por su participación como cómplice en el asesinato en 1997 del guardia civil José Manuel García Fernández; Lander Maruri Basagoiti, suplente número dos de la lista para la alcaldía de Ciérvena y condenado en 2001 a 16 años de prisión por su complicidad en el mismo asesinato; José Antonio Torre Altonaga Medius, suplente número dos de la lista a la alcaldía de Munguía y condenado en 1981 a 20 años de prisión por su colaboración en el asesinato en 1978 de Alberto Negro Viguera y Andrés Guerra Pereda; y Juan Carlos Arriaga Martínez, número 3 en la lista para la alcaldía de Berrioplano y condenado en 1989 a 29 años de prisión por el asesinato en 1984 de Jesús Alcocer Jiménez.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, evitó referirse este miércoles a los candidatos terroristas de su socio de legislatura. «Paga a Bildu, que se presenta con 44 terroristas a las elecciones», le espetó la portavoz del PP, Cuca Gamarra, durante la sesión de control en el Congreso. «No voy a utilizar el drama del terrorismo para intentar dividir a la sociedad; otros sí lo han hecho. Se han cumplido ya cinco años del fin de la banda terrorista ETA. Todos deberíamos estar orgullosos», se limitó a decir Sánchez después, en respuesta al PNV.